R O M A N C E
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El gran heraldo de Asís
de Gubbia trae regalo
sus ojos brillo de cielo
sabe “yo soy el malo”
y por mi, emprendió el camino
por pasaje desolado.
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Presumo ser hombre recio
y de no ceder me jacto
no importa si mis acciones
causan muertes talvez daños
sin límites mi rudeza
al pobre deja asolado.
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Por necio y terco de espíritu
Poverello me ha mirado
porque es el cazador de almas
que de amor él vino armado
pudo internamente ver
mi corazón destrozado.
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A mi corazón violento,
hermano, dijo el seráfico,
expresó con dulce voz
de tus faltas no me espanto
quita tu tosco sayal
y te veré descansado.
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¿Sientes que tienes infierno?
ven y tómame la mano
deja el pecado que tienes
humilde seca tu llanto
tu pena lleva el Señor
ya no te muestres alzado.
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Crees, es tu falta horrible
tu corazón es helado
que te debes torturar
que para ti no hay pastor
que nada cierra tu herida
pero la cierra el amor.
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El Fraile guio mi camino
con santo y veraz legado
yo aceptara mi maldad
rompiendo el infernal pacto
me retiró de la bestia
y escuche el sagrado salmo.
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El religioso en mi mente
me cambia en animal manso,
ví me dejó satanás
que mirándome partió
revive el alma engañada
en este momento exacto
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Tu ejemplo es vivo alimento
yo que he vivido en pecado
confieso hermano Francisco
te lo juro hermano Santo
y ante el Señor, que todo ata
YO SOY EL LOBO MALVADO.
Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano, OFS.
“Hombre de Maìz, 2009”
Guatemala, C. A.
