La Relevancia de los vinos para Misas en el Mundo Católico

El vino de Altar, también conocido como vino sacramental o vino comunal es básicamente el vino obtenido de la uva. Estos se usan en las celebraciones de la Eucaristía (conocida como la Cena del Señor o la Sagrada Comunión). Si el mismo vino se utiliza para ocasiones que no sean católicas, no se lo menciona en estos términos.
El vino natural o vino de altar se usa para representar la Sangre de Cristo. Sin embargo, algunos católicos no pueden comprender los diferentes principios teológicos indiscutibles del uso del vino de altar en la ceremonia. Este tipo de vino debe ser producido por un convento y debe recibir permiso previo del obispo. También debe cumplir con ciertos requisitos químicos establecidos y puede ser blanco o rojo. (Fuente de información: holyart.es)

Composición de los vinos de altar y su uso en diferentes ritos
El número máximo de iglesias litúrgicas exigenque los vinos para la misa se hagan con uvas puras. En la Iglesia Ortodoxa Oriental, el vino sacramental consumido en la Liturgia Divina debe fermentarse de la uva roja. Las iglesias griegas prefieren el uso del vino Mavrodaphne o Nama, mientras que las iglesias rusas prefieren usar el Kagor. Los vinos con aditivos, como el retsina, están prohibidos en la comunidad católica. En el cristianismo oriental, el color rojo del vino sacramental simboliza la transformación del vino en la sangre de Jesús, que es lo que se considera que ocurre en la Eucaristía. En el cristianismo occidental, el uso del vino blanco tiene un propósito práctico que es la de prevenir manchar la tela del altar. En la mayoría de los rituales litúrgicos, como el Bizantino, el Antioqueno y el Alejandrino, se agrega una pequeña cantidad de agua al vino en la preparación del cáliz. Por otro lado, en el rito Armenio, el vino es santificado sin la necesidad de poner agua en el vino. En el rito bizantino, se agrega un poco de agua caliente al vino santificado justo antes de la comunión.

Maneras de consumo el vino para la misa en los distintos ritos
En el Rito Romano de la Iglesia Católica, el vino es consumido por el comulgante que bebe directamente del cáliz o en la intinción. En este último caso, el sacerdote sumerge parcialmente el pan santificado en el vino, y luego lo pone en la boca del comulgante. Una pajita de plata se usa para beber del cáliz. En el rito bizantino de la Iglesia ortodoxa oriental y en algunas iglesias orientales católicas, la práctica consiste en utilizar una cuchara para alimentar al comulgante con algo del vino santificado junto con una porción de pan santificado que se ha puesto en el cáliz.

Hay que considerar que debido a todos los puntos anteriores, los vinos de altar o para las misas tienen una gran importancia y, por lo tanto, son muy demandados comercialmente en la comunidad católica.