Recuperar la historia de nuestras ancestras nos ayuda a comprender que nuestras luchas actuales contra toda forma de opresión y discriminación pueden fortalecerse si unificamos nuestros esfuerzos y construimos solidaridades políticas y epistémicas para luchar contra la violencia patriarcal racista, sexista y clasista que viola los derechos humanos y la dignidad de las mujeres en Guatemala y en todos los países del mundo. En Guatemala es innegable que la violencia patriarcal, racista y clasista nos oprime, nos subalterniza y nos excluye con mayor fuerza a nosotras las mujeres mayas, garífunas y xinkas.

El Día Internacional de la Mujer Indígena se estableció en honor a Bartolina Sisa, una lideresa, estratega y guerrera Aymara que luchó contra la dominación y la opresión española. Bartolina Sisa fue brutalmente torturada, asesinada y descuartizada por las fuerzas de la corona española el 5 de septiembre de 1782.

En Guatemala ha sido posible recuperar la historia de mujeres mayas que lucharon contra la dominación española, tal es el caso de Francisca Xpacta, quien en 1814 lideró un acto de insumisión contra las autoridades españolas en Santa Catarina Ixtahuacán, Sololá, y Felipa Soc se reveló contra el pago de tributos que había impuesto la corona española.

También Adelina Caal Maquín fue una de las lideresas maya-q´eqchi´ que lideró el movimiento que luchaba contra la explotación de la fuerza de trabajo y exigía al gobierno de Romeo Lucas García su derecho a la tierra. Mamá Maquín, como se le recuerda ahora con cariño, fue asesinada en la masacre que perpetró el ejército de Guatemala el 29 de mayo de 1978 en el municipio de Panzós, Alta Verapaz.

Otra mujer que luchó contra las injusticias sociales en Guatemala fue María Vilanova, como analiza la feminista y socióloga Ana Silvia Monzón, cuando Jacobo Árbenz asumió la presidencia, Vilanova promovió desde su espacio la organización social, cultural y política de jóvenes y mujeres porque sabía que constituían una fuerza importante para avanzar con la Revolución.

Una forma de recuperar y fortalecer nuestra memoria histórica como mujeres y luchar contra la violencia machista, racista y clasista que vulnera nuestra dignidad y niega nuestros derechos. Es precisamente sumar nuestros esfuerzos para visibilizar y nombrar a las mujeres que nos antecedieron en su lucha contra las injusticias y la impunidad que afrontaron en el momento histórico que les tocó vivir.