Como he estado ahorrando un poco en algunos trabajos que he estado haciendo, me he decidido a empezar mi negocio con una frutería. Desde que tengo memoria me han gustado estos establecimientos y por eso he pensado que uno de los motivos que me han llevado a comprar una furgoneta es esta, el poder transportar mis mercancías mucho más fácil que lo que lo hacen otros compañeros de trabajo. Creo que un trabajo como este es muy duro porque duermes poco, pero al final recibes una cálida bienvenida por parte de tus clientes que siempre te reciben bien, con alegría, van y te cuentan sus problemas, pero también sus alegrías. Es algo que ayuda a tirar hacia delante con una sonrisa en la boca.