Aún recuerdo que mi madre con sus escasos recursos, después de un día de cumpleaños en el cual me había ido mal, recosté mi cabeza sobre mi almohada deseando que el día terminara, sentí la almohada incomoda y la levante para saber que la hacia incomoda y allí estaban un par de pantuflas con una nota que decía, para que sus pies descansen después de un duro día de trabajo, con amor... Mamá!

Vaya, no fue costoso para que ese pequeño detalle marcara mi vida.