Aquí esta, se que hablo mucho jajaja

CAPITULO VI PARTE I

Se adentraban en la pequeña ciudad, se veía muy hermoso el lugar, además el auto entro hasta llegar al lago, a Serena eso la dejo completamente hipnotizada, era demasiado hermosos para ser real. Parecía aquellos lugares de sus historias medievales o mejor aun fantásticas.

-creí que estos paisajes solo existían en las películas o libros –indico a Seiya admirada de la belleza de aquel lugar, el gran lago que se abría delante de sus ojos.

-que cosas dices –indico Seiya bajando el auto, esa chica tenía un aura de ingenuidad, ya no habían chicas como ella.

-¿pasaremos la noche aquí? –pregunto Serena también bajando del auto.
-la luna se ve hermosa desde aquí, se refleja en el lago y hoy abra luna llena –indico Seiya colocando sus manos sobre el auto.

-¡Serena, Seiya! –grito Mina llegando a ellos junto con Yaten, Amy y Taiky.
-no podías perdértelo verdad Taiky –dijo Seiya dándole la mano.

-luna llena amigo, tengan cuidado con los lobos –dijo Taiky guiñándole el ojo a Amy, esta se sonrojo.

-¿existen? –pregunto Serena, todo voltearon a verle, Mina se acerco a ella. Seiya sonrió de lado, seguro un ángel se había escapado del cielo.

-si estas mucho tiempo junto a Seiya veras que si –indico, todos rieron y Seiya corrió hacia donde Mina, la tomo en los brazos.

-¡bájame! –Gritaba esta, intentando soltarse del agarre de su amigo furioso –Yaten ayúdame –decía y Yaten reía.

-ahora veras a una lagartija mojada –grito Seiya y llevo a Mina hasta el lago y la lanzo, Mina salió mojada y todos reían. Pero Yaten llego a su rescate aunque fue demasiado tarde, pues Mina en venganza lo halo hacia el lago también.

Había caído la noche, la luna ya se había presente, Taiky y Yaten hacían las tiendas para dormir, mientras Seiya juntaba el fuego, Amy y Mina preparaban la cena y a Serena le había tocado que reunir un poco de leña, nunca nadie se imagino que era tan despistada como para caminar demasiado lejos de la compaña buscando un rayo de luna, admirando ese gigantesco volcán del cual se vía que nacía el algo, unidos dos grandes accidentes geográficos, eso era un sueño.

Al ver que Serena no regresaba y de eso hacía ya una hora los chicos decidieron ir en su búsqueda, Mina y Amy se quedarían esperando por si regresaba.

-¡Serena! –gritaban los chicos pero el eco y nada más se escuchaba, la luna ya estaba puesta en su mejor puntos los chico decidieron dividirse, volverían en una hora con o sin Serena. Yaten fue a buscarla por el camino más viable, Taiky alrededor del lago y Seiya por el camino más difícil, donde las ramas y los bejucos se unen.

Había pasado ya mucho tiempo sin que Serena apareciera, Seiya caminaba con una pequeña linterna por aquella oscuridad, de momento se topo con algo, era la linterna de Serena, así que ella estaría muy cerca, pero que le había sucedido, siguió caminando y allí estaba un cuerpo, corrió a ver si estaba con vida, al menos para su tranquilidad aun respiraba, ella abrió los ojos y lo vio a él viéndola con ternura.

-¿estás bien? –pregunto este tenuemente.

-no te muev…-pero de momento se desborono la tierra donde estaban reposando y cayeron metros más abajo, Seiya la sostuvo contra su cuerpo. En qué momento había olvidado lo peligroso de ese lugar, al ver allí a Serena tirada sintió tanta pena que se acerco sin pensarlo y ahora rodaba hacia abajo, tratando de proteger el cuerpo de Serena.

-¿estás bien? –volvió a preguntar, con Serena sobre él.

-cada vez que intento subir se desborona –indico Serena –sí, estoy bien –dijo ya más calmada –decidí quedarme quieta, no veo nada y no sé como subir –indico ya al borde del llanto.

-es un lugar de derrumbes, aquí donde estamos la tierra es muy polvorosa –Seiya busco su linterna, estaba cerca de él, la tomo y alumbro a los lados, habían algunas lianas colgando –toma una de esas –señalo con la luz de la linterna –cuando diga que te pares no te sueltes de ella y corre hacia la derecha –indico –uno, dos… -pero no pudo seguir contando.

-espera, espera, que derecha –pregunto Serena, Seiya frunció el ceño.

-corre hacia aya–indico el lugar, era la derecha de Serena, ella asintió
-uno, dos, ahora –indio al moverse, la tierra se desmorono del lugar, pero el bejuco los mantenía sin caer, lograron llegar a tierra firme.

-ahora que, no podemos subir por allí –indico Serena ya desesperada.

-debemos bajar y volver a subir por otra ladera –indico Seiya, había votado la linterna más arriba y no podía volver por ella, así que debían pasar la noche allí en ese lugar, Serena asintió, ahora además de guapo era su héroe, pero se moriría de frió esta noche. Por un momento no se movió del lugar donde estaba, le daba miedo caer en una de esas trampas de nuevo, el monte estaba húmedo del frió que caía, sentía frió, sentía la nariz congelada, Seiya había caminado unos paso hacia la orilla, pero sin luz no llegarían lejos, vio a Serena allí, recordó que había olvidado cual era su mano derecha, como podía una persona no recordar eso cuando hacerlo le salvaría la vida, pero noto que tenia frió, se quito el abrigo que llevaba puesto y lo puso sobre ella, ella le vio desde el suelo.

-pero hace frio –indico, quería decirle que el también debía protegerse.

-vamos a descansar –se sentó junto a ella –mañana saldremos de aquí y no te mandaran de nuevo a traer leña –dijo.

-creí que o tenias sentido del humor –dijo Serena cubriendo su manos con el abrigo.

El resplandor de la luna les acariciaba el rostro.

-¿arruine la velada verdad? –pregunto con inocencia Serena, Seiya la volteo a ver.

-no –dijo sin más, ellas suspiro ante esa respuesta, le dolía una de las piernas, no supo cuando se quedo dormida sobre el hombreo de Seiya, este la dejo descansar, la vio dormir tan plácidamente, era una chica muy extraña, como podía dormir en estos momentos, recordó sin pensarlo a Michiru, pues ella en esa situación no hubiera confiado en el cómo Serena lo hizo, además en vez de dormir hubiera caminado toda la noche, mientras que Serena era plena inocencia.

Los rayos del alba le golpeo el rostro a Serena, Seiya no estaba a su lado, esta se sintió abandonada por un instante, hasta que lo vio caminar hacia ella.

-ven, este camino se ve seguro –indico, se paro rápidamente, pero sintió un dolor en su pierna, pero decidió ignorarlo. Llego hasta donde estaba Seiya, sus ropas estaban sucias, la caída había sido larga y arenosa.

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continuara...