Gracias Andre!! eres muy linda.

Segunda Parte del Capitulo III

Todas las personas de las mesas los voltearon a ver, pues Seiya rio tan escandalosamente que se escucho por todo el salón, incluso Rini, quien le sorprendió escucharlo reír así.

-¿cómo dijiste? –pregunto sonriente. Serena se quedo callada y sonrojada, viendo a las personas de su alrededor, se puso de pie y salió corriendo del lugar, Seiya se incorporo y poso sus manos en la mesa – ¿qué le sucede a esa chica? –pregunto viendo a Yaten, Mina se subió de hombros y Amy se puso de pie.

-iré a ver que todo esté bien –dijo con una vos pausada, pero antes de que se diera la vuelta Seiya hablo.

-no –dijo y los tres voltearos a verle –iré a ver, creo que fui yo quien la hizo sentir mal –dijo y salió tras de Serena.

Serena había salido de la cafetería a toda prisa, había un puente en la universidad, debajo pasaba un riachuelo, muy menudo, pero guardaba cierta belleza, ella lo veía correr, llevar en el, pequeños pecezuelos, las pocas hojas que caían de los arboles con el fuerte viento eran remolcadas por el arroyo.

-hubo un tiempo en el cual era un rio muy caudaloso –comento Seiya caminado hacia ella, aunque estaba furiosa por la vergüenza que este le hizo pasar, no podía dejar gustar de él.

-imagino que todos pasamos por ello, hay momentos de esplendor y luego simplemente nos volvemos nada –comento ella sin dejar ver el rio.

-puede ser, o muchas nacemos nada y termínanos en lo mismo –dijo Seiya, esta vez llegando junto a ella. Serena subió sus hombros.

-pasan muchas cosas en el trascurso de la vida que es casi imposible que terminemos como iniciamos –dijo sabiamente. Seiya no quería seguir filosofando, la chica parecía entender del tema y al final el que terminaría diciendo todo sería el.

-¿qué le paso al arroyo, que hizo que dejara de correr con fuerza? –pregunto Serena.

-el decano Zafiro Chiba, hizo que se cerrara la presa, logramos que por la vida que aun guarda del riachuelo dejara correr hasta que los peces dejen de correr por él, eso fue hace tres años, y cada vez hay menos peces –explico.

-eso es cruel, estamos aquí para prender a apreciar la naturaleza y el quiere destruirla –comento

-ya sabes, esto es la industria –dijo Seiya viendo correr el agua – ¿por qué saliste de la cafetería? –pregunto, bajando hacia donde pasaba el arroyo, el puente no tenía mucha altura, tomo una vaso de polietileno que había quedado rezagado del día de la fiesta, volteo a ver a Serena y el sol pego tenuemente en su cara, subió el vaso –contaminación ambiental, que desconsiderados –dijo con el vaso en la mano, hizo un movimiento y pesco un pececillo, era de color naranja y gris, bastante extraño, subió al lado de Serena esta lo veía, como ver una estrella en el firmamento, solo admirando pues no se puede tocar.

-pobre animal, lo del perro disecado era solo un chiste –explico porque su comentario anterior –soy mala para contar chistes –dijo

-no eres tan mal –dijo Seiya con el vaso y el pescado en su mano –me hiciste reír.

–dijo y poso el vaso frente a las narices de Serena –y si te hace sentir mejor, no lo hace cualquiera –dijo y tomo la mano de Serena posando el vaso con el pez –toma, cuídalo por mi –dijo, en ese momento llego Mina, Yaten y Amy, al parecer Serena no había matado a Seiya y, Seiya aun no había sacado de sus casillas a Serena.

Y allí Serena se dio cuenta de lo que Mina y Yaten decía, “no siempre se porta así” era verdad, en menos de un segundo ella conoció su interior, solo quería ocultarlo, además se veía que era sumamente dulce.

Serena caminaba hacia su habitación, había dejado a Amy en el edificio anterior, Mina y Yaten irían a hablar con un profesor, así que ella decidió llevar a ese hermoso pececito a su habitación y salir a comprar una pecera para convertirla en el hogar de ese pobre animal.

-hola, mi nombre es Darién Chiba, soy del cuarto año, capitán del equipo de natación, quieres formar parte –le hablo a la chica rubia que distraída iba viendo un vaso sin gracia.

Serena levanto su mirada lentamente, parecía era a ella a quien le hablaban, cuando termino de ver, era una hermosa sonrisa, con ojos que reflejaban calor, calculo su fuerza, si apretaba mucho el vaso lo quebraría y si aflojaba su mano seguro lo dejaría caer.

-soy de primer año –comento nerviosa, quizá el chico se había equivocado.

Darién era un tipo guapo de ojos hermosos, con una mirada penetrante, capitán del equipo de natación, además de ser el novio de Rei, pero hoy unos ojos celestes le habían impactado, la chica de primer año era hermosa, parecía un hermoso ángel además que se tono rosa de sus mejías la hacía ver dulce.

-lo sé, por eso te invito a formar parte, te invito a un café para conversar y explicarte de cómo entrar –dijo con una sonrisa entregando un folleto a Serena.

Serena pensó que de todas maneras no era la única que llegaría, así escuchaba la información y no aprecia desconsiderada, sonrió y tomo el folleto.

-aquí está la información –pregunto.

-en la cafetería en media hora, estará bien, debo terminar de entregar estos folletos –dijo Darién.

-está bien –dijo Serena, ahora tendría que apresurarse a comprar la pecera del pececito. Y luego a la conferencia, seguro se llenaría el lugar así que iría temprano.

-en media hora será –dijo Darién y siguió su camino, Serena entro a su habitación, esta universidad sí que tenia a los chicos más guapo, que será de las mas universidades sin chicos como ellos, pensó.

Salió a comprar la pecera para su pececillo, habían de todo tipo en la tienda, pero le llamo la atención el rotulo, se necesitaba quien atendiera el lugar.

Camino con la pecera redonda en sus manos, se acerco a la cajera.

-que necesito para el empleo –pregunto, la cajera le sonrió y le dio una lista de lo que necesitaba juntar para obtener el empleo, pago la pecera y salió del lugar, recordando lo que hablaba con su mejor amiga, un día tendrían un empleo de medio día y al salir irían a comprar muchos helados.

Serena sonrió y regreso a la universidad, tenía muchas cosas que hacer aun. Llego rápidamente a la cafetería, no había movimiento, no había nadie.