Me gusta la hostelería, trabajar en restaurantes es algo que me apasiona, aunque debo reconocer que, en algunos de los lugares en los que he trabajado era todo un infierno, muy complicado de llevar, pero que, sin embargo, si le ponía ganas, podía sacar cualquier plato que se me pusiera por delante. También es cierto que es de agradecer que tengan cocinas industriales, ya que en algunos restaurantes no tenían maquinaria hostelera de calidad, y esto se nota, por eso siempre que salgo a buscar un nuevo lugar en el que trabajar, busco que su cocina este bien equipada, ya que, de lo contrario, intento buscar otro sitio. Cuando uno sabe lo que es trabajar bajo presión, pero con buenos compañeros y buena maquinaria, todo cambia, pero siempre a mejor, y la ayuda se nota.