He vivido en una casa en la que los papeles crecían como las malas hierbas, en las que mis padres guardaban cualquier papel o documento fuese o no fuese importante. Con los años han llegado a llenar cajones completos con papeles que no tenían importancia o que sencillamente no les hacían falta, pero hace un par de semanas me dijeron que querían hacer limpieza y me alegré por ellos, porque no quería verlos como ocurre con los de la tele que tienen todo lleno de porquerías. Les lleve una de mis trituradoras de papel para que pudieran desprenderse de todo y empezar de nuevo, desde cero. Llevan poco pero ya se les nota la casa mucho más organizada.