Hola, muchas gracias por tus comentarios Andre, eres muy simpática y veo que te gusta leer, espero un día leer algo escrito por ti, me encantaría ser la primera en comentar jajaja, necesitamos tener mas comunicación jajaja a ver como le hacemos sip.

Ahora traigo la segunda parte de esta y termino, pues un día quería escribir sobre algo y se me ocurrió un poco de historia de nuestra Guatemala, ademas de copiar la historia de amor de Per Harbar (creo que así se escribe la película jajaja)

********************

Después de ver a Serena y saber lo que había sucedido, Darién se dirigía a la cafetería de la esquina, había preguntado y allí estaba Seiya, algunos amigos a los cuales había contactado estaban allí, festejando su regreso y escuchando el porqué jamás se pudo comunicar y que paso en esa prisión para callar a los revolucioncitas. Seiya escucho su nombre, reconoció la voz y giro a ver lentamente, todos los demás se quedaron callados, sabían todos y no había nada que ocultar.

-amigo, ven, acompáñanos con una copa –invito Seiya, el mesero sirvió una copa mas, Darién se acerco sentándose al lado de Seiya.

-¿por qué no avisaste? –pregunto Darién con dolor en su mirada. Seiya solo giro a verle, estaba demasiado feliz o adolorido como para poder hablar sensatamente.
-ahora quiero hacer un brindis por los amigos, porque cuidan de lo que amas en tu ausencia –todo subieron su copa, pero Seiya siguió hablando –porque te apuñalan por la espalda y te roban lo más querido, por esos amigos que… -no pudo terminar de hablar.

Darién le dio un puñetazo que hizo revirar a Seiya, aunque no cayó al suelo, se volteo furioso y regreso el golpe, los demás sabían que ellos tenían asuntos pendientes, así que de golpe en golpe salieron de la cafetería, cayendo en la calle, golpeándose hasta desquitar, ninguno de los dos se detenía, ninguno de los dos querían perder, pero tampoco ganar.

En el 1954, los opositores al gobierno se unificaron en el llamado Movimiento de Liberación Nacional. Esta acción fue el preámbulo para que se iniciaran los planes para el derrocamiento. Con el apoyo de las dictaduras de Nicaragua y Honduras se planeó una invasión desde este último país, se reunió un pequeño ejército, cuyos aviones incursionaron sobre Guatemala, arrojando propaganda contra el gobierno y atacando objetivos militares. Después de esa pelea, Seiya fue llamado por su país, pero también se enlistaría Darién. El Ejército de Liberación invadió el país por Esquipulas y tomó Chiquimula. Estaba listo Seiya y Darién partirían mañana.

Seiya se encontraba en su apartamento, colocando en una maleta su ropa, no pensaba regresar, no volvería, después de la guerra se iría lejos, lo más lejos que pudiera, alguien llamo a la puerta, fue una amarga sorpresa al ver allí a Serena.
-te buscamos noche y día, fue un dolor que mato mi corazón, jamás creí volver a vivir, no planeamos nada, todo se dio sin sospecharlo, te amo y siempre te amare, a nadie voy a amar como te ame Seiya, lo fuiste todo en mi vida, debía seguir viviendo y aunque en ocasiones siento que estoy muerta en vida, Darién es una buena persona, me ama y trajo a mi vida luz –Serena derramaba lagrimas, quería abrazarle, quería que el tiempo regresara y que jamás se hubieran separado y Seiya también lo deseaba, pero la vida era así.

-se que el lograra hacerte feliz, se que tu también lo harás feliz –Seiya estaba serio, por un momento su mente se lleno de planes, secuestrarla, llevarla lejos y olvidar, pero Darién era su mejora migo y sabia que él jamás hubiera querido hacerle daño.

-se que no debería decirte esto, pero, cuídate, vuelve, no soportaría perderte de nuevo –Seiya no giro a verle, cerró los ojos y apretó la pieza de ropa de que tenía en su mano –cuídalo, has que regrese –dijo por ultimo Serena, Seiya se volteo y sonrió.

-lo hare, cuídate –le dijo, con política le pidió que lo dejara solo, ella salió de la habitación y Seiya callo de rodia, cada anoche en aquella celda, veía la luna y veía a Serena sonreí, las estrellas le recordaban el brillo del amor de su vida, cuantos días tuvo la oportunidad de morir, pero por ella lucho hasta poder verla de nuevo, y aunque ahora parecía que hubiera sido mejor morir en una de esas tantas ocasiones, sabía que gracias a ella seguía vivo.

Darién se abrazo a la cintura de Serena sentado en el borde de la cama –lo que más temo es que lo ames más que a mí –dijo, ella paso su mano sobre el cabellos del chico.

-te amo Darién es lo que importa –dijo y una lagrima enfrío su mejía.

Partieron ese día, cuidándose el uno del otro, Seiya no sentía rencor, solo dolor, Darién ya no se sentía amenazado, pero nada salió como se planeo, Al presidente Arbenz solamente una sección del ejército le dio su apoyo por lo que no pudo oponer una resistencia efectiva, y al dar la orden de repartir las armas del ejército entre el pueblo ya era demasiado tarde. La invasión ya había avanzado demasiado. La batalla se dio, pero las bajas serian muchas y aunque eran buenos soldados, revolucionarios y luchadores, la oposición estaba mejor preparada.

Seiya buscaba a Darién, entre los escombros de la retirada logro encontrarlo, una bala había atravesado su pecho, su corazón, aun estaba con vida, Seiya se acerco, le tomo entre los brazos, pero Darién se despedía de la vida y de su amigo, le pedía que cuidara a Serena, que nada de los sucedido había sido planeado, Seiya le pedía callar, le prometía que lo sacaría del lugar, pero Darién cerro sus ojos para siempre, Seiya lloro, le delio, pero no había nada más que hacer, el país había perdido a grandes hombre ese día.

El presidente ordeno al retirada, pero era demasiado tarde para Darién, Arbenz renunció el 27 de junio, los pocos soldados sobrevivientes regresaron, las esposas, novias y familiares, fueron a recibirles, había llanto por los que no regresaron, había dolor por los heridos y había alegría por los que habían vuelto, y aunque el país se enfrentaría a una batalla mayor, ahora habían aprendido a vivir el momento.

Serena lloro por la muerte de Darién, era un buen amigo, un buen hombre, Seiya se despidió de ella, había regresado de esta batalla para estar en la sepultara de su amigo, pero nada había cambiado, su decisión estaba tomada, ella comprendió los sentimientos de Seiya, jamás comprenderemos el destino que nos hemos forjado, jamás podremos saber si en realidad el destino está escrito, en esta ocasión quizá habían personas destinadas a estar juntas, quizá solo eran casualidades de la vida, pero jamás sabremos cuales son las decisiones correctas...

*********
y hasta aquí llego, queda en final abierto, ya saben no hay final concreto pero podemos imaginar uno mejor siempre.