¿Corto o largo?, ¿me lo tiño o lo dejo natural?, ¿este champú con camomila o éste sin ella? Sobre el pelo y sus cuidados siempre nos asaltan mil dudas y es que, ¡es tan delicado! No se puede decir que exista una norma para todos ya que, cada uno tiene unas peculiaridades diferentes.

Lo que hoy te voy a contar y vamos a desmentir son algunos mitos que existen sobre él. ¿Preparadas?

- No es cierto que si te lo cortas crece más rápido y fuerte, lo único que haces con un nuevo corte es quitar las puntas que están dañadas por el desgaste y son más finas por lo que, el pelo que queda parece más grueso.

- No hay que cambiar el champú de vez en cuando para que el pelo no se acostumbre a sus efectos. Si uno te va bien, te va a funcionar siempre mientras no alteren su composición.

- No es aconsejable darle dos jabonadas ya que, el pelo no va a quedar más limpio por esto.

- Si lo cepillas muchas veces al día no conseguirás más brillo sino que, acelerarás la caída del mismo. Recuerda siempre cepillarlo agarrando los mechones y de la mitad hacía las puntas.

- Dormir con el pelo mojado no produce hongos, lo único que puede ocurrir es que, al estar mucho tiempo mojado, se deterioren las escamas de las cutículas.

- Al lavar demasiado el pelo no se cae más. Lo que ocurre cuando te duchas es que, por la acción erosiva del agua, ésta se lleva los pelos que están a punto de caerse y parece que sólo se caen en ese momento.

- La única forma de reparar de una forma efectiva las puntas abiertas es cortarlas. Lo que sí podemos hacer es prevenirlas hidratando correctamente el cuero cabelludo.

- El pelo graso no debe lavarse todos los días para no generar más grasa, sólo hay que hacerlo cuando se note sucio.

- El pelo se desenreda siempre cuando se encuentra todavía mojado, sino cuando se seque será todavía más difícil. Utiliza un peine de púas gordas para dañarlo lo mínimo.

- Llevar el pelo siempre recogido no lo estropea. Lo hace si las gomas que utilizamos no están recubiertas de tela y cortan. Hay que procurar no llevarlo en tensión.

¿Conoces más mitos?