Siempre me han gustado las historias de misterio, de suspense y en las que aparecía un personaje que indagaba las pistas que un malhechor iba dejando, casi sin querer, por una casa, una mansión o cualquier otro lugar, consiguiendo que tarde o temprano lo cogiesen con las manos en la masa. Después descubrí que los detectives existían de verdad y que no era algo que pudiéramos ver en las series o en las películas, sino que de verdad se podía contratar a un detective privado para descubrir cualquier tipo de circunstancia que te inquieta. Creo que debe ser una profesión interesante, con mucha paciencia y creatividad, haciendo que cada paso que una persona pueda dar, signifique que las pruebas están ahí y gracias a estas personas descubrir qué es lo que ocurre.