Bueno no solo las aves, también otros mamíferos, insectos y animales en general. También seguramente le pasa a los peces y demás. Yo creo que tiene que ver mucho con la cantidad de tiempo que estos animales pasan en sus "terrenos", aire, agua o tierra. Reconocen su entorno y son más sensibles.

Los animales son más sensibles a los cambios que nosotros. Dependiendo de los animales, pueden ser sensibles al sonido, la actividad química, la temperatura, las vibraciones, la actividad electrostática y los campos magnéticos.

Aunque no se sabe con certeza, se cree que los animales detectan el desastre antes de que ocurra a través de pequeñas variaciones que se dan, por ejemplo, previas a un terremoto, como pequeñas vibraciones del terreno o la liberación de gases nobles. Con los movimientos tectónicos se producen liberaciones de electricidad que ionizan el aire. Esto es detectado por algunos animales y generan un cambio de comportamiento en ellos.

Cuando se produce un terremoto, se generan sonidos de unos 100 Hz. Aunque un oído humano joven y sano puede oír sonidos con una frecuencia de 20 Hz (y hasta 20.000 Hz), está cerca de nuestro umbral de audición y, en muchos casos, por debajo. Sin embargo, animales como los elefantes sí los detectan con facilidad. En este caso, además, pueden detectar microtemblores a través de sus grandes patas. Anteriormente hemos nombrado la liberación de gases durante un terremoto. Las fracturas de la corteza terrestre y las altas temperaturas producen la liberación de vapores y gases que pueden ser detectados por animales con gran olfato como los perros o a través del órgano de Jacobson (sentido auxiliar del olfato) en serpientes, cetáceos o algunos murciélagos, por ejemplo.

Las aves o las abejas guían sus vuelos, entre otras cosas, a través del magnetismo. Este también se ve afectado durante un terremoto. Las cucarachas, a través de unos órganos en sus patas, detectan ondas sísmicas muy pequeñas (hasta 8 veces menos de 1 mm). Es conveniente destacar de nuevo que hay poca certeza y mucha discusión en torno a este tema. Hay científicos que creen que se puede aprovechar estos cambios en los animales para predecir los desastres.

Otros creen que podrían fabricarse detectores artificiales, más eficientes que los actuales, basados en los métodos de detección de los animales. También hay científicos que creen que este tema se está llevando demasiado lejos y que todos estos cambios de actitud se deben a la casualidad. Lo que está claro es que hay mucho terreno por delante para investigar.

Fuente: Ecoworking