Era una vez un niño tan, pero tan fanático de los video juegos, que cuando se murió le pusieron en la tumba game over.

Era una tía tan fea, tan fea, tan fea, que su marido se la llevaba al trabajo para no tener que darle un beso de despedida.

Era un tipo tan largo, pero tan largo, que si se tropieza el Lunes se cae el Domingo.

Era una vez un tipo tan tacaño, pero tan tacaño, que se tomó una foto del cuello para abajo para que no le saliera cara.

xD