Más consejos bíblicos, en este caso de uno de los libros deuterocanónicos:

Sirácides 34:1-8

"Los sueños.

Las esperanzas vanas y engañosas son propias del necio,
los sueños dan alas a los insensatos.

Sir 34:2 Atrapar sombras y perseguir viento
es fiarse de los sueños.

Sir 34:3 Espejo y sueño son cosas semejantes,
frente a un rostro, la imagen de un rostro.

Sir 34:4 De lo impuro, ¿puede salir algo puro?;
de la mentira, ¿puede salir algo verdadero?

Sir 34:5 Adivinaciones, augurios y sueños son vanas ilusiones,
como fantasías de una mujer en parto.

Sir 34:6 A menos que vengan de parte del Altísimo,
no abras tu corazón a estas cosas.

Sir 34:7 Porque muchos se extraviaron por los sueños,
y fracasaron por fiarse de ellos.

Sir 34:8 La ley se ha de cumplir sin engaño,
y la sabiduría en una boca sincera es perfección."